Los manglares están en el listado de los ecosistemas más amenazados en el mundo, sin embargo, los bosques de manglar del Pacífico colombiano son de los mejores conservados en el planeta, siendo, paradójicamente, la carencia de acceso y conectividad en estas zonas del territorio nacional, las razones que han permitido su preservación.
Colombia aún posee aproximadamente 3.659 km2 de bosques de manglar, 78% en el Pacífico, los bosques más extensos de todo el Pacifico oriental tropical. Entre las especies se encuentran: mangle piñuelo (Pellicera rhizophorae), mangle negro (Avicennia germinans), rojo (Rhizophora mangle), Rhizophora harrisonii, Rhizophora racemosa, blanco (Laguncularia racemosa), botoncillo (Conocarpus erectus) y mangle nato (Mora oleifera).
Los servicios ecosistémicos son indispensables para la vida y la biodiversidad, son los que ofrece la naturaleza a los seres humanos a cambio de nada, como por ejemplo los alimentos, el agua, el oxígeno, etc. Se subdividen en cuatro categorías: aprovisionamiento, regulación, culturales y de apoyo.
Los manglares son ecosistemas acuáticos que marcan la transición entre la tierra y el mar, pueden “almacenar y secuestrar” en el suelo hasta diez veces más cantidad de carbono (C) que un bosque tropical, de ahí la importancia del estudio, para el cuidado y apropiación por parte de la academia y las comunidades, ya que al ser intervenidos por el hombre (tala, cambio en el uso del suelo) se liberan nuevamente al ambiente los gases efecto invernadero. No obstante, los manglares se encuentran muy amenazados por la tala, la
construcción de infraestructura, la sobrepesca, las malas prácticas pesqueras, la contaminación orgánica, contaminación con residuos sólidos (como plásticos) y la minería.
Es así como en el país, gracias a una convocatoria que nació de la necesidad del Estado por fortalecer las Instituciones de Educación Superior con recursos del Sistema General de Regalías en las regiones, profesores–investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira y Sede Bogotá, en alianza con la Universidad del Valle (Univalle), crearon un proyecto que tiene como objetivo la cuantificación de los principales Servicios Ecosistémicos de manglar del Pacífico colombiano, en bosques con diferente nivel de degradación, que permitirá generar recomendaciones e instrumentos de gestión y manejo sostenible para incorporar los servicios ecosistémicos al desarrollo socio-económico del Pacífico. Mantener los bosques de manglar es una estrategia de adaptación al cambio climático.
Tanto las raíces como el dosel de los manglares constituyen barreras físicas importantes contra amenazas naturales como huracanes, disminuyen la erosión costera, contribuyendo a la protección de la línea de costa.Los bienes materiales y no materiales de los manglares inciden en las costumbres de las comunidades étnicas del Pacífico; como su gastronomía, actividades pesqueras (piangüa).
Es uno de los ecosistemas que sirve de refugio a gran cantidad de especies terrestres y acuáticas, muchas de ellas son comestibles, contribuyendo a la seguridad alimentaria. Otras especies contribuyen al ciclaje de elementos entre las que se encuentran los cangrejos bioturbadores.
Del proyecto denominado “Investigación de servicios ecosistémicos derivados de bosques de manglar en el Pacífico colombiano en el Valle del Cauca, Nariño, Cauca y Chocó”, se desprenden diversos estudios, entre ellos, el efecto de los cangrejos bioturbadores en el contenido de carbono en el suelo. Los cangrejos bioturbadores son pequeños crustáceos que con su forma de alimentación y la excavación de sus madrigueras retienen carbono en el suelo. Los cangrejos bioturbadores podrían ser indicadores de salud del manglar. De acuerdo con los muestreos realizados en Bahía Málaga en el año 2022, losmanglares de El Morro y Naidizal presentaron una mayor densidad en comparación con otros lugares donde se han tomado muestras, lo que podría mostrar que existe una buena condición de salud del ecosistema en esta zona del Pacífico.E
En la actualidad, los investigadores determinan el tamaño, peso y variables del suelo de los cangrejos bioturbadores, para cuantificar el carbono que acumulan en su biomasa, así como el que se halla en el suelo a diferentes profundidades para analizar qué cambios se presentan con la actividad de estos organismos. “Estamos estudiando cómo los cangrejos intervienen en el ciclaje de carbono”,explica la profesora Ángela Inés Guzmán Alvis, coordinadora del grupo de investigación Recursos Hidrobiológicos de la UNAL Sede Palmira, uno de los seis grupos que participan en el proyecto.
El desarrollo de este estudio se lleva a cabo en el Laboratorio de Biología Molecular y en el Laboratorio de Análisis Ambiental de la UNAL Sede Palmira, en donde se identifican los organismos, se miden, se determina la relación tamaño -pesó y la cantidad de carbono. Las variables del suelo medidas (pH, temperatura, conductividad y carbono) se relacionarán con las variables biológicas (abundancia y biomasa) para observar si existen diferencias importantes entre los bosques de manglar. A pesar que, en este territorio los biólogos marinos de la Univalle han estudiado la taxonomía y sistemática de especies de cangrejos, de acuerdo con la profesora Guzmán, una de las mayores dificultades del estudio ha sido la escasez en la información bibliográfica registrada en taxonomía de los cangrejos bioturbadores. “No hay literatura específica para las especies del Pacífico colombiano lo que dificulta la investigación”.Entre las especies encontradas están: Cardisomacrassum, Uca stylifera, Goniopsis pulchra, Petruca panamensis, Uca heteropleura y Leptuca deichmanni.
Univalle participa en el proyecto con el grupo de investigación en Biología de Plantas y Microorganismos – BPM, coordinado por el profesor titular Enrique Peña Salamanca, el cual se enfoca en los disturbios causados por el hombre en los manglares cuantificando variables como basura, tala, huellas e infraestructura.
Del mismo modo, el grupo de investigación Ecología de Estuarios y Manglares –ECOMANGLARES, coordinado desde la Univalle por el profesor titular Jaime Cantera Kintz estudia las redes tróficas del manglar para evaluar el aporte del bosque de manglar al bienestar humano a través del recurso pesquero.
Por su parte, el grupo de investigación de Modelación de Ecosistemas Costeros coordinado por el profesor José Ernesto Mancera de la UNAL Sede Bogotá, mide los individuos del bosque del manglar para determinar in situ cómo almacenan el carbono. Este es cuantificado en la parte aérea, raíces y en el suelo, en sitios intervenidos y no intervenidos durante la época seca y lluviosa del año. Además, estudian mediante sensores de presión que miden la altura significativa del oleaje en periodos cortos, el rol del manglar para minimizar la energía de las olas cuando interaccionan con la morfología del manglar y procesos de erosión costera.
El otro grupo de investigación de la UNAL Sede Palmira que participa es el de Ecología y Contaminación Acuática, dirigido por el profesor Guillermo Duque Nivia, el cual estudia la contaminación de nutrientes, orgánica y de micro plásticos puede haber en aguas y sedimentos del manglar.
El grupo de investigación Sistemática Molecular y Biogeografía de Algas Marinas de la UNAL Sede Bogotá, coordinado por la profesora Brigitte Gavio, investiga las macroalgas, como componente de la biodiversidad del manglar.Además, el grupo de investigación Recursos Hidrobiológicos de la UNAL Sede Palmira, en junto con el Instituto de Estudios del Pacífico de la UNAL Sede Tumaco, vienen trabajando en la recopilación de información con imágenes satelitales para determinar la cobertura de los bosques de manglar en todo el Pacífico y cómo cambia en el tiempo. Usando diferentes modelos matemáticos se estimará el carbono en la biomasa aérea y subterránea. Por otro lado, se está estimando el carbono orgánico almacenado en el suelo usando modelos de inteligencia artificial como redes neuronales que usan variables como los índices de vegetación del manglar relacionados con carbono en el suelo; los datos se obtienen de información en el espacio y tiempo de imágenes satelitales y bases de datos a nivel mundial. El modelo se validará con datos de carbono en campo. Otro componente importante del proyecto, ya que es uno de los servicios ecosistémicos que ofrecen los manglares, está asociado a la piangua, un molusco que nace en los manglares del Pacífico y es preparado en diversas presentaciones gastronómicas por las comunidades afro. “A través de satélites se evalúa la distribución potencial de esta especie ante posibles escenarios decambio climático en el futuro”, señala la profesora Ángela Guzmán.
Tomado de Sitio web mares de colombia